José Juan Ramírez
Irapuato, Gto. (Opinión Bajío).- Con 32 años de servicio activo ininterrumpido en el Ejército Mexicano, el Teniente de Arma Blindada Gilberto Jesús Briones Lara ha afrontado muchos retos, uno de los cuales implica grandes responsabilidades: ser padre.
Con 3 hijos, 2 mayores ya en universidad y una más de 5 años, ha tenido que compaginar sus deberes en el instituto armado como con su familia; admite que no es fácil encontrar un equilibrio.
“Los retos son muy complejos, amplios, porque se deben compaginar las dos circunstancias, tanto en lo profesional, en el trabajo como en la integración familiar; si uno de los dos eslabones no está completo se puede desestabilizar, es un reto complicado”, señala el teniente Briones Lara.
Originario de San Martín Texmelucan, Puebla y egresado del Heroico Colegio Militar, el oficial señala que ha ido muy útil la directiva para fortalecer la moral y la disciplina que ha implementado la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), ya que permite que cuando se concluye una comisión o servicio, se le dé oportunidad a los militares de tener tiempo y espacio para tener un entorno familiar saludable y atender asuntos en sus temas personales o familiares.
En su carrera militar, ha prestado servicios en la Defensa Nacional, el 1er. Regimiento Blindado de Reconocimiento en Puebla, el 7º. Regimiento Mecanizado en Querétaro y actualmente estar en el 8º. Regimiento Blindado de Reconocimiento en Irapuato.
Sin embargo, el temor de la familia ante los riesgos que implica ser militar en los complicados momentos que vive el país, siempre está presente. El teniente Briones Lara ha enfrentado esa zozobra, cuando sus hijos le han comentado en varias ocasiones, el temor de que un día ya no regrese. Cuando eso pasa “se estruja el corazón” -admite el militar- pero hay que seguir con el deber.
“Es un tema difícil, si me lo llegaron a comentar porque uno debe salir a trabajos de operatividad y si se preocupan, tienen esa inquietud. Ellos me dijeron cuando veían en las noticias cuando pasaban cosas complicadas; hablé con ellos explicándoles que la carrera militar puede tener un percance pero es por dejar un granito de área en el país… cuando te lo dicen el sentimiento es encontrado, te quedas con un nudo de garganta y con incertidumbre, de no saber como evitar que se queden preocupados sin mentirles; les dice uno que se adiestró bien, que nos vamos a cuidar y que todo estará bien y que pronto me verán de regreso”.
Por ello, se valora tener momentos de calidad con la familia y el Día del padre es uno de esos momentos, aunque muchos soldados se encuentran en servicio operativo.
“Se busca tener momentos de calidad con la familia y extender los valores que nos han enseñado en la institución y que se apliquen en la familia… el equilibro es difícil de llevar, es cuestión de día a día colaborar en el trabajo y en la familia, tener esas dos funcione, estar atento a lo que la familia puede necesitar, en cuestiones de escuela, en su desarrollo, de salud”, refiere el Teniente de Arma Blindada Gilberto Jesús Briones Lara.